Con el cierre del ejercicio 2022 termina la suspensión temporal del régimen de responsabilidad de los administradores por desequilibrio patrimonial. Se reactiva por tanto la obligación de disolver las sociedades por pérdidas o de reequilibrar su patrimonio. En este contexto resulta conveniente recordar las características de un instrumento que puede utilizarse para resolver esas situaciones: los préstamos participativos.